El archipiélago de Guadalupe nos descubre sus dos islas principales: Grande-Terre y Basse-Terre, separadas por un estrecho brazo de mar pero unidas por unos paisajes de ensueño. Además se suman destinos como Santa Lucía y Tórtola a su itinerario, donde te espera una irresistible mezcla de naturaleza salvaje, animados mercados, sabores locales y toda la esencia de las tradiciones caribeñas.
Reconocerás Santa Lucía por sus característicos volcanes extintos, los Pitons, que se muestran como grandes guardianes de un paisaje indescriptible... pero es en su zona interior rural, fundida con la selva tropical, donde realmente podrás descubrir su riqueza: las plantaciones de plátanos. Conoce a los campesinos que cultivan este «oro verde» y permíteles compartir contigo sus tradiciones orgullosamente heredadas. Y, después de una aventura por el bosque, es hora de un refrescante descanso en una finca histórica, disfrutando de ponches de ron y buffets caribeños con vistas a las cumbres volcánicas. Y por supuesto, Marigot Bay... Según el escritor James Michener es la bahía más hermosa del Caribe... ¿Y quiénes somos nosotros para contradecirle? Yates, artistas escapando de la rutina y paisajes dignos de un plató de cine... ¡Solo queda relajarse y disfrutar de la magia del lugar!
¿Solo piensas en largas playas de arena blanca y extensas plantaciones de caña de azúcar? En Grande- Terre, no te quedes solo con las apariencias y sumérgete en la auténtica cultura local. Comienza tu aventura en la Aldea de la Artesanía, en el encantador pueblo de Sainte-Anne, entre coloridos tejidos de algodón de madrás, artesanías que te invitan a llevártelas a casa y una explosión de frutas y flores tropicales... A continuación, asegúrate de visitar la Plage de Malendure y su espectacular arena negra y sigue los pasos del director de cine Jaques Cousteau hasta la isla Pigeon. Sus arrecifes de coral, habitados por focas monje, pulpos y morenas inspiraron el famoso libro y documental «El mundo silencioso». ¡Es hora de crear tu propia historia!
La perla de las Islas Vírgenes Británicas, Tórtola, te espera con sus casas de la época colonial y unas vistas incomparables de las islas vecinas. ¿La mejor forma de disfrutar del entorno? Prueba el Canopy tour. Ponte el arnés y el casco, coge aire y lánzate sobre la colina de Johnson's Ghut en tirolina, rodeado de árboles y con vistas a la bahía. Después, no te pierdas una excursión a la isla de Jost Van Dyke, famosa por el pirata que rondaba estos mares. La isla era su escondite y hoy es un destino obligado para los amantes del relax y los cócteles de ron... Si el viejo Jost pudiera ver hoy la playa de White Bay, ¡también echaría el ancla!
¿Nadar con barracudas, rayas, tortugas y peces payaso? En San Cristóbal puedes hacerlo. Y desde White House Bay sumérgete entre esponjas y los típicos corales negros mientras buceas por el fondo marino. Por otro lado, la playa de Dieppe Bay, en las laderas del volcán Liamuiga, es el lugar perfecto para tomar el sol, tumbado sobre la arena volcánica. A continuación, visita Basseterre y no te pierdas la Circle Island Road: una ruta que te permitirá contemplar toda la belleza de la isla en un solo día y subir al volcán situado a 1.156 metros sobre el nivel del mar. El tiempo ha pasado volando, y es hora de relajarse en Pinney's Beach y refrescarse con una deliciosa leche de coco mientras coges fuerzas para subir a otro volcán.